Re: César Antruejo en su Facebook...
Publicado: 16 Abr 2015, 18:56
CARTA ABIERTA A ROBERTO AGUIRRE
Señor entrenador:
Desde la humildad de saber, sin ningún género de dudas, que entiendo mucho menos de fútbol, pero con el sentimiento de quien sigue y quiere al Zamora CF desde antes de que usted supiera de que color viste el equipo, me atrevo a dirigirme a usted para rogarle que, por una vez, piense que hay otros mundos además del que ha creado. Que hay otras formas de entender y vivir el fútbol. Y que quizá, al menos ahora, no sea el mundo, sino usted quien va en dirección equivocada. Y que son 16 años de historia en segunda B los que peligran. Y quién sabe si con un posible descenso, lo que está en riesgo es el propio club.
Sé que a nadie, y me incluyo, claro, nos gustan las críticas. Sé que a todos nos gusta que nos digan que somos los más listos, los más altos y los más guapos. El riesgo de recibir tanto halago es que uno se lo puede llegar a creer. Y me temo que usted se lo ha creído. Ha creído que no solo es el mejor, sino el único que puede sacar esto adelante. Estoy convencido que piensa que no se ha equivocado como secretario técnico al confeccionar la plantilla. Que si Branco, Sergi Mut o Salva Rivas no han funcionado, es culpa de ellos, y ninguna responsabilidad tiene quien les eligió. Que por lo que le oigo jornada tras jornada, si se pierden partidos es por el árbitro, el césped, el rival que es muy bueno, errores individuales… y ahora también, porque no hay dinero. Jamás por un error de planteamiento, ni de inicio, ni de desarrollo. Ni por que el equipo no muestre la intensidad que debería, y más jugándose lo que se juega, sin que desde el banquillo se les de ejemplo y se les pida más allá de cumplir unas órdenes inamovibles. Ni se pierde, según usted, porque este año no haya algún jugador con un punto de imaginación que pueda sorprender, variar el rumbo de un partido, y si lo hay, más vale que no se le ocurra salir del guion, no vaya a descuidar el cubrir su espacio y cerrar su línea de pase.
Sé que la vida está difícil, y la del entrenador aún más, pero si se aceptan unas condiciones (contratos largos, presupuesto limitado), se aceptan con todas las consecuencias, no se apelan a ellas cuando la cosa va mal. Que nadie le obligó a renovar, ni a que la plantilla tuviera la juventud que tiene, y que no fichara a algún jugador (veterano o no) con carácter y peso en el equipo como para echarse el equipo a la espalda. O para protestar si veía algo mal. Es incómodo tener jugadores así, y ya ha procurado, y conseguido esta vez, que no los hubiera. Unos jugadores que, pese a todo, lograron 26 puntos en la primera vuelta. Y aunque afortunadamente no todo es el dinero en el fútbol, ahora pierden con Lealtad o Somozas porque esos equipos parecen tener, según usted, más presupuesto para la plantilla (sería para reir si no fuera porque es para llorar).
Que la primera temporada, salvó al equipo llegando en enero es verdad. De hecho, si el equipo no hubiera ido mal, no habría sido fichado. Es un mérito, que no le negaré, pero es el mismo mérito que lograron antes otros, incluido el propio Liceranzu, al que sustituyó. Que todos los entrenadores tienen temporadas buenas y malas, y siempre está la opción de ser cesado, o de dimitir si los resultados no llegan. Tras esa primera media temporada, en la siguiente, primera suya al completo, el equipo se salvó con un equipo “amigo”, la desaparecida UDS, como otras veces la propia UDS o la Ponferradina nos echaron una mano. La lástima es que hubiera que esperar a la última jornada. Su tercer año fue el de Mieres, que merece capítulo aparte. Y el pasado año, sus ideas funcionaron. Su fútbol no gustó demasiado, al menos a mí, y creo que a muchos más, salvo a los aduladores a toda costa, pero el equipo logró hasta clasificarse para la Copa. La temporada le dio, con números, la razón. Esta vez no.
Aunque me temo, señor Aguirre, que se llegó a creer que gracias a usted el equipo se salvó hace dos años, y que gracias a su “firmeza en el convencimiento” se volverá a salvar. Ojalá esté en lo cierto. Sinceramente, creo que hace dos años la plantilla que tuvo entre sus manos era no para pelear por no bajar, sino por estar entre los mejores. Repase el once del equipo que se salvó, con el milagro del gol en el último minuto en Mieres, de bajar a tercera: Sergio Sánchez, Dani Mateos, Ramiro Mayor, Javi Ramos, Prada, Jacobo Trigo, Nacho Matador, Santos, Dani Hez, Jorge Hez y Sergio García. Y Granada y Javi Rez que salieron después. Y Miguel, Dani Palacios y Edu Payá en el banquillo, y quedándose fuera Lusamba, Hugo Aguado y Manu Arias (lesionado). Y contando con jugadores de la categoría de Rubiato y Josete media temporada. Por desgracia, Agustín (DEP) solo pudo ayudar animando. Pues bien, ese equipo solo fue capaz de ganar 7 partidos de 38. Aún así, algunos le consideraron un héroe por lograr la permanencia. Yo no. Era una plantilla para mucho más, pero siempre admití que su gran servicio al Zamora fue lograr que los jugadores, meses y meses sin cobrar, no se borraran. Creo que desaprovechó un magnífico grupo, pero que los jugadores siguieran jugando pese a no cobrar es un mérito que le reconozco, y le rindo pleitesía por ello. Pero este año no. De verdad, no.
No me escondo: nunca me ha gustado su manera de ver el fútbol. Que sus ideas pueden ser tan buenas o tan malas como cualquier otra, pero que se justifican, como todo trabajo en la vida, con los resultados. Por eso, aunque la pasada temporada no me gustó su propuesta, tuve que admitir que el trabajo salió bien, puesto que el equipo terminó séptimo. Incluso esta temporada hizo una primera vuelta por encima de las expectativas, con los famosos 26 puntos. No me gustaba como jugaba el equipo, pero ganaba, o puntuaba. Ahora no. Hace mucho que ya no.
Desde luego, como dije en el inicio, usted sabe mucho más de fútbol que yo. Pero el fútbol, como todo deporte en el que dos equipos buscan la victoria y solo uno puede conseguirla, tiene muchos factores: uno de ellos, pienso que fundamental, es como se quiere llegar al triunfo. Y seguro que podría darme clases magistrales de como juega su equipo y lo que pretende. Yo solo le diré lo que veo: un equipo obsesionado con la idea que el rival no te haga gol, y ya veremos si arriba se puede hacer algo, que para qué tener la pelota, mejor esperar a ver si se roba y se pilla al contrario descolocado. Cubrir espacios y cerrar líneas de pase, pero poca, muy poca creación, y así es difícil ser importante en ataque. Seguro que usted propone en las charlas más cosas, u otras distintas, pero lo que yo veo es eso. Por no hablar de detalles como la estrategia. Hubo épocas en las que una falta lateral o un córner a favor era una clara situación para marcar. Ahora solo es un número para la estadística. ¿Cuándo fue el último gol que se consiguió de estrategia?
Nos hemos acostumbrado a jugar como un equipo pequeño, que busca las debilidades ajenas, a falta de poder explotar las virtudes propias. Y eso tiene sentido cuando se juega con el Real Murcia, y por supuesto, puede tener sentido este domingo, jugando frente al mejor, el Real Oviedo (al que se ganó en el Tartiere así). Pero dejar que equipos de la zona media, incluso baja, te tuteen, te dominen, te dejen en evidencia en el Ruta y fuera, a algunos nos enerva. Seremos demasiado susceptibles. Será que nos negamos a pensar que el Zamora tiene que dar gracias por estar en segunda b, y que vive por encima de sus posibilidades, teniendo enfrente potencias futbolísticas y económicas como Marino, Tropezón, Lealtad, Langreo, Astorga, Coruxo o Somozas.
Sé que muchos aficionados han ido abandonando al equipo, y sé que está convencido que usted no tiene tampoco responsabilidad en eso. Siento decirle que, en mi opinión, se equivoca. Que la gente, además de amor a los colores (en algún caso desde hace muchos, muchos, muchos años), también paga para divertirse o ver ganar, y su forma de ver el fútbol no divierte. Que nadie pide milagros, pero la gente ha visto mucho fútbol, y ha visto muchos Zamora CF jugando mucho mejor que éste, porque hay cosas que no dependen del dinero si no de la actitud. Y creo que lo último que consiguen sus equipos es que la gente se divierta. Su fútbol “científico” puede enamorar a alguno, y de ahí que le defiendan como si en ello fuera su vida (amiguismos aparte, que de todo hay), pero desde luego, la mayoría no sale contenta del Ruta salvo que se gane, porque últimamente divertirse lo dan por perdido. Y lo que es casi peor, últimamente, se gana muy poco.
También sé (y usted es lo suficientemente inteligente para saberlo también) que muchos socios querrían que hoy mismo dejara de ser entrenador del Zamora. Yo no, porque como he escrito antes, respeto mucho el pan de todo el mundo, y además dudo que en 5 jornadas se pueda enderezar la nave con otro capitán. Pero sí le ruego, humildemente, y a sabiendas que no me hará ni repajolero caso, que medite un poco. Que piense si realmente no tendría que intentar ilusionarse, e ilusionar a sus jugadores y a la afición con un equipo que puede perder, pero que en las 5 jornadas que quedan luche por ganar, por jugar al fútbol, y no por evitar que el contrario juegue. Que salga extenuado tras los noventa minutos, y si pierde se cabree, lo sienta, lo viva, y no aluda al habitual “merecimos más”, y hala, a otra cosa. Quizá hasta funcione, y más vale que sea así, porque la famosa “dinámica positiva” de la que se hablaba cuando en enero llegaron las derrotas una tras otra ya nos abandonó hace mucho jugando como lo hace su equipo.
Y no crea que tengo nada contra usted. Desde luego, nada en lo personal, que jamás he comentado, porque no puedo ni debo ni quiero, y en lo deportivo, solo comento lo que veo. Seguro que no soy su personaje favorito en Zamora. Sé que sería mucho más fácil para mí y para usted que alabara todo lo que hace, que buscara siempre la culpa de los males del equipo en otros sitios y jamás en usted. Todo serían sonrisas, y sería mucho más fácil el día a día. Pero por suerte o desgracia, me importa mucho más el Zamora CF que quien esté o deje de estar en el banquillo. Le pido que intente escuchar más allá de lo que llega a sus oídos del cercano coro de aduladores, que como cada vez son menos, gritan más para que no oiga lo que pensamos otros. Si le sirve de consuelo, a mí me critican casi tanto como a usted ( y seguramente con mucha más razón). Pero su responsabilidad es mucho mayor, es el capitán deportivo de esta nave, y yo solo un pasajero descontento con el rumbo.
He oído mucho estos días lo de remar en la misma dirección, el “todos juntos” para que el equipo se salve. Y estoy de acuerdo. Todos juntos. Pero que el primero que tiene que lograr que eso sea una realidad es el máximo responsable, y ese no es otro que usted, don Roberto. Si de verdad puedo creer que le interesa más el Zamora que demostrar que sus ideas están por encima del bien y del mal, yo seré uno más de los que levante la bandera del Zamora CF y aclame el “todos juntos”. Digo levantar la bandera, porque nunca la he tirado, porque este es mi equipo desde hace muchos, muchos años. Pero quiero volver a estar orgulloso de este equipo, y siento en el alma decirlo, pero hace tiempo que a este equipo le sigo queriendo, pero no me siento orgulloso de lo que veo. Haga que todos recuperemos la ilusión que se nos ha ido escapando. Me da igual si tiene razón o no. Pero si, como parece, no coinciden la salvación del Zamora CF y sus ideas, que sea el equipo lo importante. Le estaré agradecido si el equipo se salva, y tanto me da si sus ideas son las mejores o no. Solo quiero que la próxima temporada los rivales, si es que el club sigue y tiene rivales, no sean el Tordesillas y La Bañeza.
Agradecido si ha tenido la paciencia de leerme hasta aquí, y con respeto, me despido.
César Antruejo.
Señor entrenador:
Desde la humildad de saber, sin ningún género de dudas, que entiendo mucho menos de fútbol, pero con el sentimiento de quien sigue y quiere al Zamora CF desde antes de que usted supiera de que color viste el equipo, me atrevo a dirigirme a usted para rogarle que, por una vez, piense que hay otros mundos además del que ha creado. Que hay otras formas de entender y vivir el fútbol. Y que quizá, al menos ahora, no sea el mundo, sino usted quien va en dirección equivocada. Y que son 16 años de historia en segunda B los que peligran. Y quién sabe si con un posible descenso, lo que está en riesgo es el propio club.
Sé que a nadie, y me incluyo, claro, nos gustan las críticas. Sé que a todos nos gusta que nos digan que somos los más listos, los más altos y los más guapos. El riesgo de recibir tanto halago es que uno se lo puede llegar a creer. Y me temo que usted se lo ha creído. Ha creído que no solo es el mejor, sino el único que puede sacar esto adelante. Estoy convencido que piensa que no se ha equivocado como secretario técnico al confeccionar la plantilla. Que si Branco, Sergi Mut o Salva Rivas no han funcionado, es culpa de ellos, y ninguna responsabilidad tiene quien les eligió. Que por lo que le oigo jornada tras jornada, si se pierden partidos es por el árbitro, el césped, el rival que es muy bueno, errores individuales… y ahora también, porque no hay dinero. Jamás por un error de planteamiento, ni de inicio, ni de desarrollo. Ni por que el equipo no muestre la intensidad que debería, y más jugándose lo que se juega, sin que desde el banquillo se les de ejemplo y se les pida más allá de cumplir unas órdenes inamovibles. Ni se pierde, según usted, porque este año no haya algún jugador con un punto de imaginación que pueda sorprender, variar el rumbo de un partido, y si lo hay, más vale que no se le ocurra salir del guion, no vaya a descuidar el cubrir su espacio y cerrar su línea de pase.
Sé que la vida está difícil, y la del entrenador aún más, pero si se aceptan unas condiciones (contratos largos, presupuesto limitado), se aceptan con todas las consecuencias, no se apelan a ellas cuando la cosa va mal. Que nadie le obligó a renovar, ni a que la plantilla tuviera la juventud que tiene, y que no fichara a algún jugador (veterano o no) con carácter y peso en el equipo como para echarse el equipo a la espalda. O para protestar si veía algo mal. Es incómodo tener jugadores así, y ya ha procurado, y conseguido esta vez, que no los hubiera. Unos jugadores que, pese a todo, lograron 26 puntos en la primera vuelta. Y aunque afortunadamente no todo es el dinero en el fútbol, ahora pierden con Lealtad o Somozas porque esos equipos parecen tener, según usted, más presupuesto para la plantilla (sería para reir si no fuera porque es para llorar).
Que la primera temporada, salvó al equipo llegando en enero es verdad. De hecho, si el equipo no hubiera ido mal, no habría sido fichado. Es un mérito, que no le negaré, pero es el mismo mérito que lograron antes otros, incluido el propio Liceranzu, al que sustituyó. Que todos los entrenadores tienen temporadas buenas y malas, y siempre está la opción de ser cesado, o de dimitir si los resultados no llegan. Tras esa primera media temporada, en la siguiente, primera suya al completo, el equipo se salvó con un equipo “amigo”, la desaparecida UDS, como otras veces la propia UDS o la Ponferradina nos echaron una mano. La lástima es que hubiera que esperar a la última jornada. Su tercer año fue el de Mieres, que merece capítulo aparte. Y el pasado año, sus ideas funcionaron. Su fútbol no gustó demasiado, al menos a mí, y creo que a muchos más, salvo a los aduladores a toda costa, pero el equipo logró hasta clasificarse para la Copa. La temporada le dio, con números, la razón. Esta vez no.
Aunque me temo, señor Aguirre, que se llegó a creer que gracias a usted el equipo se salvó hace dos años, y que gracias a su “firmeza en el convencimiento” se volverá a salvar. Ojalá esté en lo cierto. Sinceramente, creo que hace dos años la plantilla que tuvo entre sus manos era no para pelear por no bajar, sino por estar entre los mejores. Repase el once del equipo que se salvó, con el milagro del gol en el último minuto en Mieres, de bajar a tercera: Sergio Sánchez, Dani Mateos, Ramiro Mayor, Javi Ramos, Prada, Jacobo Trigo, Nacho Matador, Santos, Dani Hez, Jorge Hez y Sergio García. Y Granada y Javi Rez que salieron después. Y Miguel, Dani Palacios y Edu Payá en el banquillo, y quedándose fuera Lusamba, Hugo Aguado y Manu Arias (lesionado). Y contando con jugadores de la categoría de Rubiato y Josete media temporada. Por desgracia, Agustín (DEP) solo pudo ayudar animando. Pues bien, ese equipo solo fue capaz de ganar 7 partidos de 38. Aún así, algunos le consideraron un héroe por lograr la permanencia. Yo no. Era una plantilla para mucho más, pero siempre admití que su gran servicio al Zamora fue lograr que los jugadores, meses y meses sin cobrar, no se borraran. Creo que desaprovechó un magnífico grupo, pero que los jugadores siguieran jugando pese a no cobrar es un mérito que le reconozco, y le rindo pleitesía por ello. Pero este año no. De verdad, no.
No me escondo: nunca me ha gustado su manera de ver el fútbol. Que sus ideas pueden ser tan buenas o tan malas como cualquier otra, pero que se justifican, como todo trabajo en la vida, con los resultados. Por eso, aunque la pasada temporada no me gustó su propuesta, tuve que admitir que el trabajo salió bien, puesto que el equipo terminó séptimo. Incluso esta temporada hizo una primera vuelta por encima de las expectativas, con los famosos 26 puntos. No me gustaba como jugaba el equipo, pero ganaba, o puntuaba. Ahora no. Hace mucho que ya no.
Desde luego, como dije en el inicio, usted sabe mucho más de fútbol que yo. Pero el fútbol, como todo deporte en el que dos equipos buscan la victoria y solo uno puede conseguirla, tiene muchos factores: uno de ellos, pienso que fundamental, es como se quiere llegar al triunfo. Y seguro que podría darme clases magistrales de como juega su equipo y lo que pretende. Yo solo le diré lo que veo: un equipo obsesionado con la idea que el rival no te haga gol, y ya veremos si arriba se puede hacer algo, que para qué tener la pelota, mejor esperar a ver si se roba y se pilla al contrario descolocado. Cubrir espacios y cerrar líneas de pase, pero poca, muy poca creación, y así es difícil ser importante en ataque. Seguro que usted propone en las charlas más cosas, u otras distintas, pero lo que yo veo es eso. Por no hablar de detalles como la estrategia. Hubo épocas en las que una falta lateral o un córner a favor era una clara situación para marcar. Ahora solo es un número para la estadística. ¿Cuándo fue el último gol que se consiguió de estrategia?
Nos hemos acostumbrado a jugar como un equipo pequeño, que busca las debilidades ajenas, a falta de poder explotar las virtudes propias. Y eso tiene sentido cuando se juega con el Real Murcia, y por supuesto, puede tener sentido este domingo, jugando frente al mejor, el Real Oviedo (al que se ganó en el Tartiere así). Pero dejar que equipos de la zona media, incluso baja, te tuteen, te dominen, te dejen en evidencia en el Ruta y fuera, a algunos nos enerva. Seremos demasiado susceptibles. Será que nos negamos a pensar que el Zamora tiene que dar gracias por estar en segunda b, y que vive por encima de sus posibilidades, teniendo enfrente potencias futbolísticas y económicas como Marino, Tropezón, Lealtad, Langreo, Astorga, Coruxo o Somozas.
Sé que muchos aficionados han ido abandonando al equipo, y sé que está convencido que usted no tiene tampoco responsabilidad en eso. Siento decirle que, en mi opinión, se equivoca. Que la gente, además de amor a los colores (en algún caso desde hace muchos, muchos, muchos años), también paga para divertirse o ver ganar, y su forma de ver el fútbol no divierte. Que nadie pide milagros, pero la gente ha visto mucho fútbol, y ha visto muchos Zamora CF jugando mucho mejor que éste, porque hay cosas que no dependen del dinero si no de la actitud. Y creo que lo último que consiguen sus equipos es que la gente se divierta. Su fútbol “científico” puede enamorar a alguno, y de ahí que le defiendan como si en ello fuera su vida (amiguismos aparte, que de todo hay), pero desde luego, la mayoría no sale contenta del Ruta salvo que se gane, porque últimamente divertirse lo dan por perdido. Y lo que es casi peor, últimamente, se gana muy poco.
También sé (y usted es lo suficientemente inteligente para saberlo también) que muchos socios querrían que hoy mismo dejara de ser entrenador del Zamora. Yo no, porque como he escrito antes, respeto mucho el pan de todo el mundo, y además dudo que en 5 jornadas se pueda enderezar la nave con otro capitán. Pero sí le ruego, humildemente, y a sabiendas que no me hará ni repajolero caso, que medite un poco. Que piense si realmente no tendría que intentar ilusionarse, e ilusionar a sus jugadores y a la afición con un equipo que puede perder, pero que en las 5 jornadas que quedan luche por ganar, por jugar al fútbol, y no por evitar que el contrario juegue. Que salga extenuado tras los noventa minutos, y si pierde se cabree, lo sienta, lo viva, y no aluda al habitual “merecimos más”, y hala, a otra cosa. Quizá hasta funcione, y más vale que sea así, porque la famosa “dinámica positiva” de la que se hablaba cuando en enero llegaron las derrotas una tras otra ya nos abandonó hace mucho jugando como lo hace su equipo.
Y no crea que tengo nada contra usted. Desde luego, nada en lo personal, que jamás he comentado, porque no puedo ni debo ni quiero, y en lo deportivo, solo comento lo que veo. Seguro que no soy su personaje favorito en Zamora. Sé que sería mucho más fácil para mí y para usted que alabara todo lo que hace, que buscara siempre la culpa de los males del equipo en otros sitios y jamás en usted. Todo serían sonrisas, y sería mucho más fácil el día a día. Pero por suerte o desgracia, me importa mucho más el Zamora CF que quien esté o deje de estar en el banquillo. Le pido que intente escuchar más allá de lo que llega a sus oídos del cercano coro de aduladores, que como cada vez son menos, gritan más para que no oiga lo que pensamos otros. Si le sirve de consuelo, a mí me critican casi tanto como a usted ( y seguramente con mucha más razón). Pero su responsabilidad es mucho mayor, es el capitán deportivo de esta nave, y yo solo un pasajero descontento con el rumbo.
He oído mucho estos días lo de remar en la misma dirección, el “todos juntos” para que el equipo se salve. Y estoy de acuerdo. Todos juntos. Pero que el primero que tiene que lograr que eso sea una realidad es el máximo responsable, y ese no es otro que usted, don Roberto. Si de verdad puedo creer que le interesa más el Zamora que demostrar que sus ideas están por encima del bien y del mal, yo seré uno más de los que levante la bandera del Zamora CF y aclame el “todos juntos”. Digo levantar la bandera, porque nunca la he tirado, porque este es mi equipo desde hace muchos, muchos años. Pero quiero volver a estar orgulloso de este equipo, y siento en el alma decirlo, pero hace tiempo que a este equipo le sigo queriendo, pero no me siento orgulloso de lo que veo. Haga que todos recuperemos la ilusión que se nos ha ido escapando. Me da igual si tiene razón o no. Pero si, como parece, no coinciden la salvación del Zamora CF y sus ideas, que sea el equipo lo importante. Le estaré agradecido si el equipo se salva, y tanto me da si sus ideas son las mejores o no. Solo quiero que la próxima temporada los rivales, si es que el club sigue y tiene rivales, no sean el Tordesillas y La Bañeza.
Agradecido si ha tenido la paciencia de leerme hasta aquí, y con respeto, me despido.
César Antruejo.