Quero, carta al diario Mediterráneo
Publicado: 25 Jun 2005, 15:49
No es por crear polémicas pero me han gustado estas palabras.
EL FÚTBOL NO ES UNA GUERRA
JUAN CARLOS QUERO 25/06/2005
Me quedan unas horas para regresar a la bombonera de Castalia y a medida que se acerca el momento se me vienen a la cabeza los instantes mágicos que tuve el privilegio de disfrutar cuando vestÃa la camiseta del Castellón. Apenas hace un año y medio que decidà tomar la puerta de salida y nunca imaginé que en tan poco espacio de tiempo pudieran cambiar tanto las cosas. He pasado de ser un futbolista querido por la afición a ser el enemigo público número uno, calificativo con el que me han obsequiado algunos periodistas y que me sirve para comenzar rebatir la multitud de improperios que he tenido que sufrir durante los últimos quince dÃas. Nadie es ajeno a las corrientes de opinión que se crean en torno al fútbol, pero pienso que todos los que formamos parte del espectáculo debemos ser conscientes de lo que representamos y no podemos consentir un linchamiento público como al que me han sometido, simplemente porque ahora defienda los colores del Zamora.
En ningún momento me considero enemigo público de nadie. Mi carácter siempre es conciliador y guardo un excelente recuerdo de mi etapa castellonense. Tampoco soy teatrero y ni mucho menos me considero un sinvergüenza, definiciones que he podido leer en el medio de comunicación que ahora me da la oportunidad de dirigirme a la afición de Castalia. Es injusto que por intentar hacer mi trabajo en el club que me paga todos los meses, algunos periodistas intenten convertirme en el estandarte anti-castellonense. No es asÃ. No tengo nada en contra de la afición, ni del club, ni de mis excompañeros. Yo no forcé la expulsión de Marcos, ni el árbitro se inventó el penalti. Fueron dos lances en los que me hicieron sendas faltas bastante claras, como demuestran las opiniones de otros medios de Castellón, tan albinegros como éste, que reconocen el acierto del colegiado en las dos acciones.
Agradezco a este medio la publicación de estas lÃneas, pero desconozco los intereses de periodistas como Juanfran de la Ossa que me acusa gratuitamente de "borrarme" ante la competencia de los Serrano o Eloy, y no tiene ningún reparo para decir que tengo un manual de marrullerÃa y teatro, ni para solicitar a los aficionados que me reciban como el Camp Nou recibió a Figo con la camiseta del Madrid. El fútbol no es eso.
Nunca me apresuré a decir que mi sueño era marcarle el gol del ascenso a mi exequipo. Es falso. Lo único que dije es que me gustarÃa anotar el tanto que sirviera para colocar al Zamora en Segunda A, algo lÃcito y humano para cualquier persona que luche por lo suyo. Quiero que el Zamora ascienda, por supuesto, pero me gustarÃa ver al Castellón en la división de plata, sin duda. Sin embargo, la afición tiene que entender que sigo siendo el mismo con el que disfrutaron en Castalia y que siempre llevaré a la ciudad y al club en mi corazón. No espero aplausos, mis compañeros tampoco los recibirán. Sólo deseo que el fútbol sea ejemplo de comportamiento y que no se use el deporte por el que llevo luchando toda la vida para hacer daño a una persona, por muchos intereses que haya en juego. Lo primero son las personas y luego está el fútbol. No hagamos del fútbol una guerra que no conduce a sitio alguno.
http://www.elperiodicomediterraneo.com/ ... kid=170522
EL FÚTBOL NO ES UNA GUERRA
JUAN CARLOS QUERO 25/06/2005
Me quedan unas horas para regresar a la bombonera de Castalia y a medida que se acerca el momento se me vienen a la cabeza los instantes mágicos que tuve el privilegio de disfrutar cuando vestÃa la camiseta del Castellón. Apenas hace un año y medio que decidà tomar la puerta de salida y nunca imaginé que en tan poco espacio de tiempo pudieran cambiar tanto las cosas. He pasado de ser un futbolista querido por la afición a ser el enemigo público número uno, calificativo con el que me han obsequiado algunos periodistas y que me sirve para comenzar rebatir la multitud de improperios que he tenido que sufrir durante los últimos quince dÃas. Nadie es ajeno a las corrientes de opinión que se crean en torno al fútbol, pero pienso que todos los que formamos parte del espectáculo debemos ser conscientes de lo que representamos y no podemos consentir un linchamiento público como al que me han sometido, simplemente porque ahora defienda los colores del Zamora.
En ningún momento me considero enemigo público de nadie. Mi carácter siempre es conciliador y guardo un excelente recuerdo de mi etapa castellonense. Tampoco soy teatrero y ni mucho menos me considero un sinvergüenza, definiciones que he podido leer en el medio de comunicación que ahora me da la oportunidad de dirigirme a la afición de Castalia. Es injusto que por intentar hacer mi trabajo en el club que me paga todos los meses, algunos periodistas intenten convertirme en el estandarte anti-castellonense. No es asÃ. No tengo nada en contra de la afición, ni del club, ni de mis excompañeros. Yo no forcé la expulsión de Marcos, ni el árbitro se inventó el penalti. Fueron dos lances en los que me hicieron sendas faltas bastante claras, como demuestran las opiniones de otros medios de Castellón, tan albinegros como éste, que reconocen el acierto del colegiado en las dos acciones.
Agradezco a este medio la publicación de estas lÃneas, pero desconozco los intereses de periodistas como Juanfran de la Ossa que me acusa gratuitamente de "borrarme" ante la competencia de los Serrano o Eloy, y no tiene ningún reparo para decir que tengo un manual de marrullerÃa y teatro, ni para solicitar a los aficionados que me reciban como el Camp Nou recibió a Figo con la camiseta del Madrid. El fútbol no es eso.
Nunca me apresuré a decir que mi sueño era marcarle el gol del ascenso a mi exequipo. Es falso. Lo único que dije es que me gustarÃa anotar el tanto que sirviera para colocar al Zamora en Segunda A, algo lÃcito y humano para cualquier persona que luche por lo suyo. Quiero que el Zamora ascienda, por supuesto, pero me gustarÃa ver al Castellón en la división de plata, sin duda. Sin embargo, la afición tiene que entender que sigo siendo el mismo con el que disfrutaron en Castalia y que siempre llevaré a la ciudad y al club en mi corazón. No espero aplausos, mis compañeros tampoco los recibirán. Sólo deseo que el fútbol sea ejemplo de comportamiento y que no se use el deporte por el que llevo luchando toda la vida para hacer daño a una persona, por muchos intereses que haya en juego. Lo primero son las personas y luego está el fútbol. No hagamos del fútbol una guerra que no conduce a sitio alguno.
http://www.elperiodicomediterraneo.com/ ... kid=170522