César Antruejo en su Facebook...
Publicado: 07 Sep 2014, 22:07
TRAS EL ZAMORA CF - UD LOGROÑÉS
Tener la tarde del domingo libre es peligroso… me puede dar por pensar, y aún peor, por escribir lo que pienso. Algo muy parecido a lo que diré mañana en el inicio de SER DEPORTIVOS, salvo que esta noche me caiga del caballo y vea una luz que de momento no intuyo. Es muy largo, y seguro que no estás de acuerdo con todo, así que si no quieres ponerte de mal café, quizá sea mejor que no lo leas. Ya lo oirías mañana. Sé que con pensamientos así no gano amigos, sino más bien todo lo contrario. Y además, seguramente esté equivocado. Pero qué le voy a hacer. Soy así.
Es evidente que esto no ha hecho más que empezar. Que tres derrotas son algo perfectamente superable, y más en un equipo que, en principio (salvo los sueños repletos de megalomanía de su presidente), aspira a la permanencia.
Pero también es cierto que cuando un árbol nace torcido, cuando antes se actúe, más probable es poder enderezarlo. Si se va dejando, a la espera que él solito encuentre el camino oportuno, lo más probable es que cuando se quiera remediar sea demasiado tarde. Es más, no sé si el remedio para este mal inicio existe, o al menos, si se está empezando a considerar.
Y es que es difícil que un equipo tenga una singladura tranquila si la directiva se preocupa más de lo anecdótico que lo importante. Si en una Asamblea, se habla más de si el escudo tiene que cambiarse (¿por qué, para qué, para beneficiar a quién?) que de los números, que es lo propio de una Asamblea.
Es difícil que el arranque sea positivo si en verano más que de fichajes o de fuentes de financiación desde la planta noble se preocupan de la CHORRADA (así, con mayúsculas) del cambio de marca en las camisetas, algo cuyo beneficio, por mucho que lo intento, no soy capaz de encontrar. Creo que en la historia una marca de camisetas no ha ganado ninguna competición, ni ha hecho que la gente se haga socio, ni nada de nada de nada. Seguiré buscando, pero de momento, no soy capaz de encontrar nada positivo en esa, insisto, CHORRADA.
Es complicado que los familiares de los chavales a los que les gusta jugar al fútbol se enganchen a un equipo ( y si contamos, son bastantes zamoranos), si se cambia la estructura de los responsables de la cantera no por lo que puede y debe hacerse en cualquier club: que la cantera no de resultados, que no salgan chavales y no se asciendan categorías, sino por… pues no sé por qué, por que explicarse, no se ha explicado. O yo no me he enterado. Sí sabemos que se les debía dinero a los anteriores responsables, y que no se les quería pagar nada en el futuro, pero si ese es el único motivo… es complicado de explicar, y más aún de entender.
Es un acto de fe si se confía en una directiva que se preocupa más de conseguir una “zona Vip”, con su cafetería remozada, por muy gratis que se consiga, si es que al final sale gratis, en vez de intentar lograr recursos que permitan conseguir una plantilla más competitiva. Que desde los rascas (que dieron dinero, sí, pero con errores de bulto como la barbaridad en número de premios de entradas, los medios días de ayuda o que no saliera el premio gordo), no conozco más iniciativa que el partido del Castilla, algo que ya estaba pactado antes llegar esta directiva.
Es absurdo tropezar en piedras en las que antes se ha caído, como otorgar todo el poder de decisión para elaborar una plantilla a un entrenador. Y hacerlo además con el condicionante de encontrar jugadores dispuestos a firmar por tres años y con muy poco presupuesto. La última vez que se dio plenos poderes a un entrenador fue con Liceranzu, y muchos aún recuerdan aquella plantilla, y no para bien. Y sí, también Liceranzu había salvado al equipo de un descenso “cantado”, como Aguirre.
Es inconcebible que el entrenador, como secretario técnico, acepte ese “café para todos” de contratos de dos-tres años, buscando no solo en lo barato (por que no quedaba otra, eso es verdad) sino entre jugadores todos muy muy jóvenes, ninguno de los cuales eran titulares en sus equipos. Dicho de otra forma, hacer un filial, pero no con chavales que despuntan, sino chavales que ya han perdido un tren en el fútbol. Y que espero que aprovechen esta segunda oportunidad, por que el futuro del Zamora CF depende mucho de ello. Es lógico hacer apuestas de futuro en dos, tres jugadores en los que se confíe, pero hacerlo en bloque no le veo ningún sentido. Si triunfan, se irán, y si no, a tenerles tres años vegetando. Una norma, firmar por varios años, que no llega a dogma, ya que se rompe con el caso del portero, Ander Cantero, cedido y por un año. Creo que no lo entiendo. Mejor dicho, estoy seguro que no lo entiendo.
No entiendo tampoco que a la hora de configurar esa plantilla no se haga un esfuerzo por intentar mantener a alguno de los jugadores que lograron colocar séptimo al equipo. Es evidente que alguno no tenía ninguna intención de renovar, pero en otros casos, la desidia o las ofertas a la baja les hicieron abandonar el club.
No parece muy acertado, ni deportiva ni económicamente, prescindir del más veterano del equipo, teniendo que pagarle buena parte del año de contrato que tenía por delante. A ningún entrenador tiene por qué gustarle un jugador, pero seguro que había fórmulas para haber solucionado la continuidad o no de Manu Arias de forma distinta.
Tampoco tiene mucho sentido desde mi punto de vista de simple aficionado al fútbol formar una plantilla de chavales (los mayores tienen 25 años), sin ser un filial. Algo que se pueden permitir Spórting, Celta o Valladolid, por que su principal objetivo es sacar chavales. Pero en el Zamora, ¿qué sentido tiene?. ¿Cuántos partidos no pierden los filiales (y me temo va a perder el Zamora CF) por que sus jugadores no tienen experiencia?. Y más si ninguno de los que se traen eran pieza importante en los equipos de los que vienen. Y aquí el tema del presupuesto no me convence. Los veteranos no siempre son más caros que los jóvenes.
Y también sería estupendo, en mi opinión, que el Zamora CF no se convierta, como me da la impresión que algunos pretenden, en una secta en la que o estás conmigo o contra mí. Por que creo que con el Zamora estamos todos, pero eso no obliga a estar de acuerdo con todo lo que decida quien mande en ese momento, en el palco, o en el banquillo. Que los dogmas no suelen ser buenos. No me convence eso de que si aplaudes, sea lo que sea, eres un fenómeno y refuerzas la confianza en el equipo, y eso está bien, y si piensas, y hasta te atreves a decirlo, que algo no te gusta, eres un personaje dañino que buscas el mal del equipo.
Me temo que todo esto es más importante que saber quién juega de lateral o de medio centro determinado partido. Corregir la alineación es fácil. Incluso es fácil un día darse cuenta que el 4-4-2 no es palabra de Dios, y que dependiendo del rival, el resultado o los jugadores con los que se cuenta, cambiar de vez en cuando no es pecado. Si se apuesta alguna vez por tener el balón, o la opción de defensa defensa y ya te pillaré es la panacea. Todo eso es remediable. Pero me temo que no es lo grave. Para mí, y ojalá, ojalá, ojalá (sí, tres veces lo escribo), esté equivocado, lo grave está en lo dicho anteriormente, y las tres derrotas son solo la demostración que el fútbol no es tan difícil, que casi todo está inventado.
La solución a todo esto, ya lo sé, es ganar partidos. Que el deporte va de eso, de ganar, ganar, y volver a ganar. Y si hay suerte, dentro de un tiempo diré que no debería pensar tanto los domingos sin fútbol, que escribo cosas sin sentido, y que mejor me hubiera ido si hubiera pasado la tarde en el cine.
Y una última cosa: me encantaría que a partir de hoy mismo, el Zamora CF empezara a funcionar, que subiera el número de socios, que se ganaran partidos, y que al final tuviera razón el presidente y se esté constuyendo el equipo que, por primera vez en la historia, diera el salto a segunda división. Entre otras cosas, por que hasta de forma egoísta, tremendamente egoísta, cuanto mejor le vaya al equipo, mejor me irá a mí. Pero no acabo de ver que el camino nos lleve precisamente a ese destino.
Tener la tarde del domingo libre es peligroso… me puede dar por pensar, y aún peor, por escribir lo que pienso. Algo muy parecido a lo que diré mañana en el inicio de SER DEPORTIVOS, salvo que esta noche me caiga del caballo y vea una luz que de momento no intuyo. Es muy largo, y seguro que no estás de acuerdo con todo, así que si no quieres ponerte de mal café, quizá sea mejor que no lo leas. Ya lo oirías mañana. Sé que con pensamientos así no gano amigos, sino más bien todo lo contrario. Y además, seguramente esté equivocado. Pero qué le voy a hacer. Soy así.
Es evidente que esto no ha hecho más que empezar. Que tres derrotas son algo perfectamente superable, y más en un equipo que, en principio (salvo los sueños repletos de megalomanía de su presidente), aspira a la permanencia.
Pero también es cierto que cuando un árbol nace torcido, cuando antes se actúe, más probable es poder enderezarlo. Si se va dejando, a la espera que él solito encuentre el camino oportuno, lo más probable es que cuando se quiera remediar sea demasiado tarde. Es más, no sé si el remedio para este mal inicio existe, o al menos, si se está empezando a considerar.
Y es que es difícil que un equipo tenga una singladura tranquila si la directiva se preocupa más de lo anecdótico que lo importante. Si en una Asamblea, se habla más de si el escudo tiene que cambiarse (¿por qué, para qué, para beneficiar a quién?) que de los números, que es lo propio de una Asamblea.
Es difícil que el arranque sea positivo si en verano más que de fichajes o de fuentes de financiación desde la planta noble se preocupan de la CHORRADA (así, con mayúsculas) del cambio de marca en las camisetas, algo cuyo beneficio, por mucho que lo intento, no soy capaz de encontrar. Creo que en la historia una marca de camisetas no ha ganado ninguna competición, ni ha hecho que la gente se haga socio, ni nada de nada de nada. Seguiré buscando, pero de momento, no soy capaz de encontrar nada positivo en esa, insisto, CHORRADA.
Es complicado que los familiares de los chavales a los que les gusta jugar al fútbol se enganchen a un equipo ( y si contamos, son bastantes zamoranos), si se cambia la estructura de los responsables de la cantera no por lo que puede y debe hacerse en cualquier club: que la cantera no de resultados, que no salgan chavales y no se asciendan categorías, sino por… pues no sé por qué, por que explicarse, no se ha explicado. O yo no me he enterado. Sí sabemos que se les debía dinero a los anteriores responsables, y que no se les quería pagar nada en el futuro, pero si ese es el único motivo… es complicado de explicar, y más aún de entender.
Es un acto de fe si se confía en una directiva que se preocupa más de conseguir una “zona Vip”, con su cafetería remozada, por muy gratis que se consiga, si es que al final sale gratis, en vez de intentar lograr recursos que permitan conseguir una plantilla más competitiva. Que desde los rascas (que dieron dinero, sí, pero con errores de bulto como la barbaridad en número de premios de entradas, los medios días de ayuda o que no saliera el premio gordo), no conozco más iniciativa que el partido del Castilla, algo que ya estaba pactado antes llegar esta directiva.
Es absurdo tropezar en piedras en las que antes se ha caído, como otorgar todo el poder de decisión para elaborar una plantilla a un entrenador. Y hacerlo además con el condicionante de encontrar jugadores dispuestos a firmar por tres años y con muy poco presupuesto. La última vez que se dio plenos poderes a un entrenador fue con Liceranzu, y muchos aún recuerdan aquella plantilla, y no para bien. Y sí, también Liceranzu había salvado al equipo de un descenso “cantado”, como Aguirre.
Es inconcebible que el entrenador, como secretario técnico, acepte ese “café para todos” de contratos de dos-tres años, buscando no solo en lo barato (por que no quedaba otra, eso es verdad) sino entre jugadores todos muy muy jóvenes, ninguno de los cuales eran titulares en sus equipos. Dicho de otra forma, hacer un filial, pero no con chavales que despuntan, sino chavales que ya han perdido un tren en el fútbol. Y que espero que aprovechen esta segunda oportunidad, por que el futuro del Zamora CF depende mucho de ello. Es lógico hacer apuestas de futuro en dos, tres jugadores en los que se confíe, pero hacerlo en bloque no le veo ningún sentido. Si triunfan, se irán, y si no, a tenerles tres años vegetando. Una norma, firmar por varios años, que no llega a dogma, ya que se rompe con el caso del portero, Ander Cantero, cedido y por un año. Creo que no lo entiendo. Mejor dicho, estoy seguro que no lo entiendo.
No entiendo tampoco que a la hora de configurar esa plantilla no se haga un esfuerzo por intentar mantener a alguno de los jugadores que lograron colocar séptimo al equipo. Es evidente que alguno no tenía ninguna intención de renovar, pero en otros casos, la desidia o las ofertas a la baja les hicieron abandonar el club.
No parece muy acertado, ni deportiva ni económicamente, prescindir del más veterano del equipo, teniendo que pagarle buena parte del año de contrato que tenía por delante. A ningún entrenador tiene por qué gustarle un jugador, pero seguro que había fórmulas para haber solucionado la continuidad o no de Manu Arias de forma distinta.
Tampoco tiene mucho sentido desde mi punto de vista de simple aficionado al fútbol formar una plantilla de chavales (los mayores tienen 25 años), sin ser un filial. Algo que se pueden permitir Spórting, Celta o Valladolid, por que su principal objetivo es sacar chavales. Pero en el Zamora, ¿qué sentido tiene?. ¿Cuántos partidos no pierden los filiales (y me temo va a perder el Zamora CF) por que sus jugadores no tienen experiencia?. Y más si ninguno de los que se traen eran pieza importante en los equipos de los que vienen. Y aquí el tema del presupuesto no me convence. Los veteranos no siempre son más caros que los jóvenes.
Y también sería estupendo, en mi opinión, que el Zamora CF no se convierta, como me da la impresión que algunos pretenden, en una secta en la que o estás conmigo o contra mí. Por que creo que con el Zamora estamos todos, pero eso no obliga a estar de acuerdo con todo lo que decida quien mande en ese momento, en el palco, o en el banquillo. Que los dogmas no suelen ser buenos. No me convence eso de que si aplaudes, sea lo que sea, eres un fenómeno y refuerzas la confianza en el equipo, y eso está bien, y si piensas, y hasta te atreves a decirlo, que algo no te gusta, eres un personaje dañino que buscas el mal del equipo.
Me temo que todo esto es más importante que saber quién juega de lateral o de medio centro determinado partido. Corregir la alineación es fácil. Incluso es fácil un día darse cuenta que el 4-4-2 no es palabra de Dios, y que dependiendo del rival, el resultado o los jugadores con los que se cuenta, cambiar de vez en cuando no es pecado. Si se apuesta alguna vez por tener el balón, o la opción de defensa defensa y ya te pillaré es la panacea. Todo eso es remediable. Pero me temo que no es lo grave. Para mí, y ojalá, ojalá, ojalá (sí, tres veces lo escribo), esté equivocado, lo grave está en lo dicho anteriormente, y las tres derrotas son solo la demostración que el fútbol no es tan difícil, que casi todo está inventado.
La solución a todo esto, ya lo sé, es ganar partidos. Que el deporte va de eso, de ganar, ganar, y volver a ganar. Y si hay suerte, dentro de un tiempo diré que no debería pensar tanto los domingos sin fútbol, que escribo cosas sin sentido, y que mejor me hubiera ido si hubiera pasado la tarde en el cine.
Y una última cosa: me encantaría que a partir de hoy mismo, el Zamora CF empezara a funcionar, que subiera el número de socios, que se ganaran partidos, y que al final tuviera razón el presidente y se esté constuyendo el equipo que, por primera vez en la historia, diera el salto a segunda división. Entre otras cosas, por que hasta de forma egoísta, tremendamente egoísta, cuanto mejor le vaya al equipo, mejor me irá a mí. Pero no acabo de ver que el camino nos lleve precisamente a ese destino.